Investigación: Restauración de procesos ecológicos en recuperación de pasturas

domingo, 28 de noviembre de 2010

Problema
Durante las últimas décadas, la actividad agrícola del departamento del Tolima ha perdido representatividad, en especial después de la década de los noventa. Sin embargo, en esta misma década, la actividad pecuaria y particularmente el sector ganadero alcanzó un crecimiento y un protagonismo importante reflejado entre los años 1994 y 2000 cuando el inventario bovino se incrementó en 132.000 unidades, pasando de 724.000 a 856.000 animales, pero su participación en el PIB del departamento no creció en la misma proporción.
En la actualidad esa  tendencia no se ha mantenido, pues con  base en las estadísticas que maneja el Comité departamental de ganaderos del Tolima a través del programa de vacunación contra la fiebre aftosa, se estima una población bovina departamental actual de 680.470 animales (175.530 menos que el inventario reportado para el año 2000). Se estima así mismo que el área en pasturas es de 1.181.186 hectáreas, lo que indica una carga animal de 0.6 cabezas por hectárea, de las cuales se estima un total de 104.217 vacas en ordeño con una producción media de 3.42 lts/vaca/día,  para una producción media diaria de leche en el Tolima  de 356.422 lts. 
En el Tolima el sistema ganadero tiene una base genética constituida principalmente por cruzamientos de diversas razas de Bos taurus, con razas cebuínas configurando un potencial productivo superior a los niveles de producción de carne y leche que se están obteniendo actualmente. Se considera que el obstáculo más inmediato para el desarrollo de la ganadería está relacionado con deficiencias en el sistema de alimentación y nutrición, especialmente con el deterioro y  la calidad de las pasturas.
La degradación de las praderas trae como consecuencias la reducción de la producción de biomasa de las especies forrajeras establecidas, incremento de presencia de malezas, y deterioro de la calidad nutricional en el forraje, lo que se refleja en menor capacidad de carga animal, mayores costos de mantenimiento de potreros y menor producción de carne y leche.
Las causas de la degradación de las pasturas están asociadas a aspectos como: a) deterioro de las propiedades físicas, biológicas y químicas de los suelos, b) inadecuados sistemas de pastoreo, c) pasturas en monocultivo de gramíneas, d) especies forrajeras con problemas de adaptabilidad, e) falta de reposición de nutrientes, entre otros.
Productores, técnicos y dirigentes del gremio ganadero coinciden en la percepción de que el problema fundamental de la ganadería del departamento está relacionado con deficiencias en el sistema de alimentación y muy particularmente en el deterioro de la productividad de las pasturas; pero así mismo coinciden en que no existe suficiente documentación ni estudios que muestren y expliquen la dimensión del problema  en términos cuantitativos,  cualitativos y de localización espacial, que sustenten esta percepción. Es necesario explicar los procesos de degradación de pasturas tanto en función de aspectos bioecológicos como de condicionantes socioeconómicos.
Consecuentemente tampoco se han adelantado con la objetividad requerida las investigaciones tecnológicas y ni los estudios socioeconómicos del caso, que orienten la implementación de procesos de recuperación y mejoramiento de la productividad de las pasturas, en consonancia con las particularidades agroecológicas y socioeconómicas locales.
En el Tolima se considera que los sectores donde se evidencia mayor degradación de pasturas, son los correspondientes a la microregión del Valle cálido del alto Magdalena, la cual forma parte de la region de los valles interandinos, está ubicada entre los 300 y 1000 m.s.n.m y es compartida por los departamentos del Tolima, Huila y Sur occidente de Cundinamarca; presenta una temperatura media de 28°C, humedad relativa entre 70-80%, brillo solar de 1400 horas luz/año y precipitaciones que oscilan entre 1000 y 2000 mm/año, distribuidas en forma bimodal.
Es necesario y conveniente prestar especial atención a la pérdida que se está registrando en la producción animal en localidades de esta microrregión por causa de la degradación de praderas, y cuyos efectos se evidencian no solo en el comportamiento productivo y económico sino también en condiciones ecoambientales. Hace más de una década ya se anunciaba que en estos ámbitos agroecológicos el 60% de las praderas sembradas evidenciaban estados avanzados de degradación. (Leon 1997 y Gualdron 1988). 
Desde la perspectiva de la FAO (Food Agriculture Organization), la demanda de proteína y otros productos de origen animal está aumentando sensiblemente en algunos países en desarrollo, configurando lo que especialistas han denominado como la “Revolución ganadera”, concepto que genera alertas tanto desde la perspectiva de las oportunidades comerciales que se avizoran, como desde los riesgos ambientales asociados a la posible ampliación de los modelos productivos convencionales del trópico, evidentemente insustentables.
El rápido crecimiento de la demanda de productos pecuarios, ha creado oportunidades para aumentar el bienestar de millones de personas pobres cuyos medios de vida dependen de la ganadería. Sin embargo, la degradación de las tierras, la contaminación ambiental, el recalentamiento mundial, la erosión de los recursos zoogenéticos, la escasez de agua y las nuevas enfermedades se presentan como obstáculos de diversa magnitud para el crecimiento del sector.
Justificación
Ante la incertidumbre que se presenta en otros frentes productivos especialmente de tipo agrícola bien con motivo de la vulnerabilidad económica asociada a los tratados comerciales tipo TLC o bien por razones de vulnerabilidad ambiental asociada al calentamiento global y al cambio climático,  la ganadería tiende a constituirse en el oficio productivo más atractivo para un sector de los agricultores.
En consonancia con lo anterior, el gobierno departamental ha previsto como una de sus metas en la Agenda Interna alcanzar en 10 años una capacidad de carga  de al menos un bovino por hectárea, pero sobre todo mejorar los índices productivos y de sostenibilidad de este renglón productivo. Más allá de esta meta, en la agenda se establece como gran propósito, “Hacer del Tolima un Departamento autosuficiente en producción ganadera, con posibilidades de generar excedentes para exportar a otros mercados nacionales e Internacionales”.
Esta apuesta se sustenta entre otras razones en las posibilidades que se vislumbran para el  corto y mediano plazo, en cuanto al mejoramiento significativo en la conectividad vial con dos grandes mercados nacionales. Con Bogotá mediante la doble calzada Bogotá- Girardot- Ibagué; y con Cali a través del proyectado túnel de la línea. Del mismo modo se alcanzará una mayor aproximación con el principal puerto marítimo en el pacífico como es Buenaventura, lo cual facilita el intercambio comercial tanto de productos como de insumos requeridos para la producción.
Consonantemente, el gremio ganadero del país se ha propuesto como metas incrementar en el 100% por ciento el inventario ganadero del país, pero simultáneamente reducir el área dedicada a la ganadería a la mitad de la extensión actual, pero bajo modalidades productivas que evidencien una muy buena relación con la naturaleza y el ambiente.
Sin embargo, los procesos de degradación de pasturas van claramente en un sentido contrario a estos propósitos y son mucho más que un simple fenómeno ecológico y de declinación de producción de biomasa forrajera. La degradación de pasturas en buena medida también es síntoma de las condiciones socioeconómicas de la sociedad rural.
Ante esta problemática, es preciso decir que desde una perspectiva muy convencional, existen fundamentos teóricos y procedimientos tecnológicos para orientar la restauración ecológica y productiva de los agroecosistemas  de pasturas degradadas y/o para mejorar o interrumpir procesos de deterioro menos severos.
Sin embargo, se considera que el abordaje de esta problemática debe hacerse desde una perspectiva muy integral que trascienda lo estrictamente agronómico. Es aquí donde se debe echar mano de la agroecología, tomando en cuenta cada uno de los principios que la sustentan y hacer una interpretación  de la problemática mas ajustada a la complejidad que la encubre. Esta complejidad incluye el hecho de que el territorio ganadero más importante del Tolima forma parte del valle cálido del alto magdalena, que a su vez se define como ecosistema seco, altamente vulnerable al cambio climático.  Obviamente la respuesta debe ser de la misma magnitud y complejidad.
Objetivos General
Contribuir al mejoramiento de la productividad y sostenibilidad de las pasturas en sistemas ganaderos en el trópico bajo del departamento del Tolima, mediante la restauración de procesos ecológicos y la recuperación de la capacidad productiva del suelo.
Objetivos específicos:
1.    Determinar y cuantificar participativamente  indicadores de degradación de pasturas que expliquen el comportamiento productivo de los sistemas ganaderos en los diversos escenarios agroecológicos y socioeconómicos del trópico bajo del Tolima, que sustenten y orienten la gestión tecnológica.
2.    Evaluar la respuesta de las pasturas degradas a la implementación de tecnologías de recuperación en términos productivos, bioecológicos y socioeconómicos, que orienten el diseño de alternativas tecnológicas adaptables a las particularidades agroecológicas y socioeconómicas locales.
3.    Diseñar e implementar estrategias para facilitar aprendizajes tecnológicos orientados al manejo agroecológico de los sistemas ganaderos y para masificar las prácticas de recuperación y mejoramiento integral de praderas en el Tolima.

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